OTRO
DÍA AMANDO
Me
despierto una mañana
como
siempre cada día
ya
estoy viendo su mirada
y
aún no he visto ni la mía.
Más
que arreglo, me disfrazo
para
gustarle si puedo
cojo,
salgo, me desplazo
y
en el instituto al suelo.
Como
falta amanecer
tanto
fuera como dentro
sigo
oscuro y sólo espero
para
verla aparecer
para
ver abrirse el cielo.
Y
si sube la escalera
yo
me siento afortunado
valió
la pena esperar.
Y
aunque la luna está fuera
y
el día aún no ha despuntado
para
mí puede empezar.
Transcurrida
media hora
me
giro a mirar el Sol
de
espaldas a la ventana
porque
no es la bola roja
es
la fuente de calor
que
tengo detrás sentada.
Cuando
miro de costado
como
puedo y como quiero
su
reflejo en las persianas
observando
embelesado
reflexiono
y me planteo
"no
es posible","no es humana".
Me
mantengo en ese plano
porque
ya me ha dado igual
el
perderme en la pizarra.
Y
es que tanto igual me ha dado
que
ahora sólo pienso en ella
he
subido a las estrellas
y
ahora no quiero bajar.
Me
he encerrado en mi cabeza
porque
sólo se pensar
y
si me paro a pensar
pienso
que pensar no basta.
Y
es que nada me interesa
más
que cesar de ser presa
de
esta sensación nefasta.
Porque
pienso en un "nosotros"
y
me suena como a extraño
por
nunca poder bogar
su
mar de rizos castaños
porque
las ideas eternas
de
tenerla son fugaces
porque
me es tan dulce el verla
que
me quedo hasta sin frases.
Y
la noche ya ha llegado
y
estoy tumbado en mi cama.
Se
ha acabado otra jornada
otra
que he pasado amando.
Me
duermo con su mirada
tatuada
en mi corazón
que
grita su nombre y arde
por
ver sus ojos mañana
de
color verde y marrón
iguales
que el mar por la tarde.
(21/01/2013)
